Manuel Mijares deleitó nuevamente al oído regio por segunda ocasión en Auditorio Pabellón M, con el espectáculo Sinfónico que lo ha llevado a recorrer diversos estados de la república mexicana y que lo trajo de nueva cuenta la noche de este viernes 31 de agosto a la ciudad de Monterrey.
Este show, inspirado en su disco Mijares 30 Sinfónico Desde El Palacio De Bellas Artes, sigue siendo del gusto del público, pues ante un aforo abarrotado a casi un año desde la primera vez, logró emocionar y poner a bailar a su público durante una hora y cuarenta minutos.
El ícono de la música de los ochentas hizo presencia en el escenario a las 21:18 horas que arribó junto a la Orquesta Sinfónica del Noreste, integrada por más de treinta músicos que ya lo esperaban pacientemente desde sus posiciones. Esta comenzó a tocar un puente musical de apertura y enseguida a entonar los temas No se murió el amor y Si me enamoro, siendo así los primeros de la noche.
Con 60 años bien puestos, el cantante lució carismático en los diferentes números musicales, donde interpretó baladas como María Bonita, el exitoso tributo a María Félix, Te extraño, canción que escribió para su fallecido padre y Si me tenías, con la que provocó una gran ovación por parte de su público, momento en el que una fan decidió regalarle una rosa.
El ambiente se llenó también de alegría y de enérgicos pasos de baile que el capitalino presumió con gran agilidad al interpretar sus éxitos Baño de Mujeres, Bella, Uno entre mil y Soldado del amor, los cuales no podían faltar en su repertorio.
Dentro de la producción escénica se observaron algunas réplicas de columnas blancas hechas de tela así como también una gran pantalla de fondo donde se proyectó, a lo largo de la noche, pinturas y esculturas para asemejar al concierto grabado en DVD.
La voz firme y varonil de Mijares tuvo la completa atención del recinto que lo seguía al corear desde sus asientos No hace falta y El privilegio de amar, en esta última portó una guitarra electroacústica con la que acompañó la melodía.
Para cerrar su show, después de haber hecho una salida falsa y agradecer a todo aquél que hizo posible el concierto; hizo prender las luces y levantó a todos para que lo siguieran al ritmo del popurrí Bonita / A pedir su mano / Para nené para, con los que logró satisfacer a su público dibujándoles una sonrisa al retirarse cerca de las 23:00 horas.