Video: Mariela Pocurull

El reloj marcaba las 20:30 horas en punto y ese fue el momento justo en el que las luces de Auditorio Citibanamex se apagaron por completo para recibir a una de las estrellas juveniles más importantes de la década.

Se trataba de Camila Cabello, que luciendo un vestuario muy elaborado con un corsé, grandes encajes sus blancas mangas y transparencia negra dándole sensualidad; arribó al escenario en medio de una neblina que se apoderó del lugar para interpretar Never be the same y She loves control, junto a sus cuatro músicos en escena.

“¡Cómo están mis regios! Es un sueño estar aquí en país con mi familia que tanto los quiero. Monterrey sé que apenas nos estamos conociendo pero podrían ser un poquito más escandalosos”; fue el mensaje de bienvenida que otorgó la cubana-estadounidense.

Y a pesar de que la cantante comentó que a su llegada a México enfermó de la garganta, aseguró que daría el mil porciento con la ayuda de sus 7 mil fanáticos o también conocidos como Camilizers, que entre gritos de euforia, mantuvieron una fluida interacción con la estrella.

“Este es el último concierto que tengo en México, así que ustedes tienen una responsabilidad de ser el público más alto. Recuerdo cuando comencé el Tour de Never Be The Same, esta era la semana que dije: ‘Estoy emocionada de ir ahí’, porque ustedes saben, yo soy de sangre mexicana, ¡pues a huevo! No importa en qué parte del mundo esté, cuando oigo al mariachi, a Luis Miguel o Alejandro Fernández se me enchina la piel y me emociono”; compartió la cantante.

Seis bailarines llegaron para darle sabor a Inside Out, tema en el que destacó por su sensualidad en los movimientos de su baile. Bad Things y Can’t Help Falling in Love resonaron al únísono dentro de un recinto que coreó fuertemente sus letras.

La cantante se mostró con mucha cercanía y familiaridad con sus fans. Recalcó su amor  por la cultura de México, su gente y su comida. En algunos momentos, la joven denotó un lado más inocente como lo fue en caso de Scar Tissue en el que habló de las cicatrices del alma y In the dark donde pidió que la acompañaran solo con las luces de los celulares.

Con gran emoción, alzó la bandera de México y la portó en su espalda mientras tocaba el teclado y cantaba Consequences. También invitó a los fans más prendidos para bailar Real Friend junto a ella.

Fueron hasta 17 temas los que compusieron su setlist en la ciudad de las montañas, donde también agregó All These years, Something got a gift, Crown, Into It y Know no better, en colaboración con Major Lazer.

Tras una falsa salida, sus fans aguardaron su regreso con euforia para saldar la deuda de interpretar los temas que la lanzaron al éxito; estos sin duda fueron Sangria Wine y Havana.

Y aunque durante todo su tour estas eran las elegidas para cerrar, por su paso en México decidió agregar el cover de Luis Miguel México en la piel, que cantó con sentimiento junto a su papá Alejandro Cabello y así es como dio cierre a una de las noches más emotivas de su gira en Monterrey.

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