Video: Mariela Pocurull
Una historia marcada por la tragedia, el misterio, sangre y romance fueron los ingredientes principales para traer a la vida la leyenda de Drácula y que pudo llevarse a cabo gracias a la interpretación realizada por el Ballet Prodanza que llegaron directamente de Cuba para deleitar al ojo regio que se dio cita en el Auditorio Pabellón M.
Fue en punto de las 20:40 horas del martes 23 de octubre cuando se llevó a cabo esta obra realizada bajo la tutela de Laura Alonso, quien se encarga de la dirección del Centro de Promoción de la Danza de Cuba.
Con 30 bailarines en escena recrearon escenarios del siglo XV en los que con gran sutilidad danzaron a lo largo del escenario el cual ya se encontraba ambientado la fachada de un enorme castillo del siglo de aquella época donde se celebraría la boda del Conde Drácula y Elizabetha.
También se pudieron apreciar a vampiros, sombras y otras extrañas criaturas que bailaban durante una de las fiestas que se celebraban en Inglaterra. Estas aparecieron una vez que Elizabetha se suicidara creyendo que su amor Drácula había perdido la vida durante la batalla que enfrentó contra los Sarracenos.
Todos ellos contaron con prendas y vestuarios que engalanaron cada uno de sus delicados y fuertes movimientos que ejecutaron en cada una de sus números coreográficos. Entre ellos largos vestidos de colores pastel y sotanas con capucha por parte de los religiosos. Y por supuesto de una fiel musicalización instrumental acorde a la época que envolvió al público regio.
Con un intermedio de 20 minutos, este espectáculo estuvo dividido en dos actos y contó con una duración de casi dos horas de interpretación de danza clásica moderna integrada en uno de los clásicos de la literatura como lo es esta historia que fue escrita originalmente por el irlandés Bram Stoker.
Su gira continuará por diferentes ciudades de la República Mexicana como lo son Saltillo, Torreón, Monclova, Ciudad de México, Puerto Vallarta, Veracruz, Aguascalientes entre otras, donde estarán turnando el rol protagónico de los personajes.