Redacción y fotografía: Teresa González

Sombreros, mallas de rombos, melenas largas y otras con paliacates, botines, camisa de franela a la cintura, lentes oscuros, maquillaje glam rock, un sin fin de pulseras y collares fue la vestimenta de este sábado en Parque Fundidora.

Un evento de etiqueta en el que solamente aquellos con conocimiento por la música que desató modas y pasiones como el glam y hard rock y glam metal en la época de los 80’s y 90’s eran los invitados exclusivos sin dejar fuera a quienes deseaban corroborar lo que la historia cuenta de los músicos.

62, 500 asistentes (cifra oficial) dedicaron la tarde posterior al día de muertos a levantar los brazos con la famosa señal de  “mano cornuta”, corear canciones olvidadas por la radio y contadas veces, hacer su headbanging ya que deberían de contener sus ánimos para el estelar de la noche.
Con horarios puntuales, Eruca Sativa, el trío Argentino que a pocos diez años que entrar de lleno en el mercado comenzaron con sus notas finas anunciando la velada que estaban a punto de presenciar.

Minutos mas tarde, dieron paso los californianos de Steel Panther, procedentes de Los Ángeles, California, quienes pareciera que no tuvieran respeto alguno por alguien y obviamente por el hecho de ser reconocidos por sus letras sexuales de humor negro, por primera vez estaban en escenario regio.

“Si David Lee Roth y Bret Michael tuvieran un hijo, se parecerìa A Michael Starr” (vocalista) comentó el guitarrista Russ Parrish, conocido en la banda como Satchel.

Canciones como “Eyes of a Panther” seguida de “Fat Girl” Michael Starr salió del escenario mientras Satchel volvió a tomar el micrófono para anunciar un invitado especial.
Inician las primeras notas de “Crazy Train” de Black Sabbath, Michael Starr aparece caracterizado como Ozzy Osbourne imitando su caminar y bromas que Osbourne solía hacer en el escenario.
“Poontang Boomerang”, “I Got What You Want” fueron algunas otras melodías con la que comenzaron a calentar los ánimos de los asistentes para dar entrada a los australianos de Wolfmother.
El sonido de guitarra distorsionada y la tan conocida melena del vocalista Andrew Stockdale, miembro original de la banda desde sus inicios, prendió a los asistentes al iniciar “Woman” que fue de las canciones más coreadas siguiendo de “Purple Unicorn”.

Shirley Manson aparece en el escenario con su Post Grunge y rock alternativo encendiendo los gritos de los asistentes masculinos. Vestida con un vestido amplio semitransparente de color rojo una gargantilla del mismo color y maquillada con una franja gruesa roja a la altura de los ojos que acentuaba sus ojos verdes, la escocesa admirada por la generación grunge inició su participación con “No Horses”.
Seguido complacieron con la conocida “I Think I’m Paranoid” en la que mediante movimientos toscos y agresivos se estuvo trasladando en el escenario.”Stupid Girl” “Push it” y un cover de Depeche Mode, “Personal Jesus” fueron algunas otras melodías que siguieron prendiendo al público.

En punto de las siete de la noche, Sammy Hagar, exvocalista de Van Halen y considerado uno de los mejores inició la velada que fuera iluminada por las pantallas de celulares.
El californiano de setenta y un años, dió más calor a la velada con “Hot, Sweet & Sticky” para después recordar “Good Times, Bad Times”.
Los gritos fueron inevitables al momento qeu entonaron los primeros acordes de “I Can`t Drive 55”.

Con una noche de clima perfecto para la región cálida, a las ocho y media los británicos de Whitesnake pisaron escenario extasiando al público con “Bad Boys” para continuar con “Give me all your Love” y “Crying in the Rain”.

A los cuarenta minutos, el momento romántico se dió cita con “Is this Love” para darles un descanso en donde algunas parejas aprovecharon para abrazarse y bailar lentamente.

Asistentes personificados de Slash y en su mayoría portando camisas con el logo de la banda estelar, Guns N’ Roses, y ante la incredulidad de que fueran a ser puntuales, ya que la banda formada en California a mediados de los ochentas en su última visita a la ciudad en los noventas tuvo un retraso de más de una hora, ensordecieron el Parque Fundidora cuando a las 10:10 de la noche los asistentes reconocen “It`s so easy” de su álbum debut, “Appetite for Destruction” en 1987 para seguir con “Chinesse Democracy” no sin antes saludar en español a los asistentes.
Tres horas en la que se pudo regresar a la época del glam, hard y heavy rock, los que pudieron crecer con el inicio de Guns and Roses regresaron más de veinte años con temas como “Yesterday”, Civil War”, “Live and Let Die”, “Sweet Child of Mine”.
“Patience” entre otras, el virtuosismo de Slash y Duff McKagan hicieron bailar al público al estilo Axl contoneando sus caderas al ritmo.
Alrededor de la una de la mañana, el grupo se despedía dejando muchos buenos recuerdos y que aunque la potencia vocal de Axl ya no seria la misma, la energía y la pasión por los escenarios contagiaban a cada uno de los 62,500 rockeros.
El cartel de la segunda edición de Mother of All fue  “de bandas viejas”, como lo dicen algunas nuevas generaciones. De las bandas viejas que nos deleitaban con letras y solos de guitarra que nos llegaban al alma.
Composiciones de las que no se dan ahora, músicos en toda la extensión que por más de veinte años -en su mayoría- no se han alejado de su pasión. Bandas viejas que hicieron que se cerraran los ojos mientras coreaban sus canciones. Bandas que sus integrantes fueron y siguen siendo la madre de todos los nuevos.

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