Redacción: Alberto Bustos
Con un Mexico a la espera de un Mundial de fútbol en la edad de los 80’s con una sociedad confusa tras los sucesos a estudiantes en años pasado dan como resultado una serie de movimientos artísticos por parte jóvenes de la época buscando su propia identidad, como resultado de todo esto veremos a dichos jóvenes asistiendo a lugares clandestinos en donde prueban todo tipo de drogas y con su sexualidad.
La película nos narra la historia de Carlos (Xiabiani Ponce de León), un jovencito de 17 años, quien empieza a buscar su propia identidad inspirándose en la personalidad de Rita (Ximena Romo), hermana de su mejor amigo, de quien está enamorado y dando al personaje el descubrimiento de ese mundo que hasta entonces es desconocido, en el que el arte, la libertad y los límites lo retarán a encontrarse a sí mismo.
El mensaje del film sobre descubrir qué no somos también es una forma de definirnos, crecer, ser auténticos, aprender, transformarnos y de ver cómo va aquella fantasía de creerse antes de tiempo a veces nos es lo que parece, todo esto para saber quiénes queremos ser a futuro.
Dirigida por el director mexicano Hari Sama, admitió que Esto no es Berlín (This Is Not Berlin) lo confronto de una manera que él no esperaba por qué lo que se dijo sorprendido al darse cuenta que aquella etapa de su vida la recordó mientras grababa el film.
“Empezamos filmando en la Alteña, muy cerca de Cristóbal Colón y Satélite, que es en donde estaba viviendo en esa época en una casa muy parecida, era una especie de constelación extrañísima, con una mamá deprimida y de repente me empezó a pegar muy fuerte, me empezó a sacar de una zona de confort absoluta y empezó a significar mucho más que sólo el rodaje”.
De tal forma que el trabajo fue cambiando de significado y está convencido que eso fue esencial para el resultado que se obtuvo a nivel profesional y personal, “es una película que me transformó mucho más allá de un trabajo de cine, que por supuesto que uno se compromete con todo, pero cuando algo te pone en un lugar más vulnerable y tan delicado, me parece que al final suceden más cosas y creo que eso se tradujo en un trabajo que hicimos todos juntos”, explicó.
Para los actores fue un ejercicio de reflexión acerca de conocerse a ellos mismos, confrontándolos a todos con sus miedos a lo desconocido, conocimiento personal y a la opinión de los demás hacia ellos.
En conclusión, hoy en día pocas películas ambientadas en una época logran ese ambiente en el cual lo que se muestra se parezca tanto a lo que existía en aquel entonces. Fuera de todo, Esto no es Berlín nos empuja por el túnel del tiempo y durante casi dos horas nos quedaremos en aquel 1986 que transcurría como todos los años por entonces, cercanos a la eternidad que la gente no ve lo imposible, antes de cumplir los veinte. Dándonos esa facilidad con la que logra un buen relato atemporal lleno de vida y libertad, convirtiéndose en un espejo de todos aquellos que hemos sido jóvenes buscando entendernos, sentirnos aceptados, todo mientras queremos comernos el mundo.