Redacción : Carlos Cerón
Tras 70 años como dirigente y monarca del Reino Unido, la Reina Isabel II falleció a la edad de 96 años, en el Castillo Balmoral, en Escocia, actualmente se están llevando a cabo los preparativos necesarios bajo el protocolo “Puente de Londres”, y a la espera del primer discurso del ahora proclamado Rey, Carlos III.
La monarca, quien desde 1952 dirigió su soberanía en cierto territorio del continente europeo, dejó un gran precedente en la historia, tras ser la portadora de la corona inglesa, más longeva de toda la historia, 96 años de vivencias que en la actualidad la hicieron proclamarse a manos de expertos, como un pilar de la sociedad moderna.
Entre estos acontecimientos, parten desde su participación durante la Segunda Guerra Mundial, donde tan solo como princesa, presenció el estallido de la misma y en la que a sus 18 años recibió educación militar y sería nombrada coronel jefe del Cuerpo de Granaderos.
Posteriormente, el imperio británico, del cual, su padre, Jorge VI sería el dirigente, sería disuelto y daría paso al Commonwealth (Mancomunidad de naciones) que reúne a 54 países soberanos independientes y semi independientes que comparten lazos históricos con el Reino Unido, de los cuales 14 son directamente representados por el portador de la corona de Gran Bretaña.
Además, viviría el final de la Guerra Fría, de la mano del reconocido primer ministro, Winston Churchill (puesto en el que vería pasar a otros 15 mandatarios, antes de su fallecimiento), también viviría durante construcción y caída del muro de Berlín, y sería espectadora de dos epidemias mundiales (el virus H1N1 y la Covid-19).
Por otra parte, los antecedentes militares de su reinado no terminarían ahí, pues también fue participe en un congreso con Estados Unidos (siendo la primera reina en hacer esto) durante La Guerra del Golfo, anterior a esto, en 1982, ella sería la que le daría luz verde a su primer ministra, Margaret Thatcher, para movilizar a sus tropas contra el ejército Argentino, por el territorio de las islas Malvinas.
Pero sin duda, un suceso que quedaría marcado en la historia personal de la Reina, que incluso lo categorizó ante la prensa como su ‘annus horribilis’, siendo este, el año 1992 donde sus hijos, él príncipe Andrés y la princesa Ana, darían fin a sus respectivos matrimonios, eso sin contar el devastador incendio que causó graves daños en el castillo de Windsor.
Con el ojo público en la mira de la familia real como nunca antes, en 1997 pasaría uno de los sucesos más trágicos, controversiales e importantes de su reinado, pues este sería el año del trágico accidente automovilístico de la tan apreciada por el pueblo, la princesa Diana.
La reacción inicial a la muerte de Diana de Gales de la reina Isabel II hizo que su popularidad tocara el suelo; no solo ordenó llevar a cabo un cortejo fúnebre discreto, es decir; sin la posibilidad del pueblo de rendirle respetos de manera presencial, y por si fuera poco ante la noticia, la Reina Isabel estaría en el Castillo de Balmoral, continuando sus vacaciones. No fue hasta después que la Reina le rendiría homenaje, mediante un discurso público que lograría apaciguar la hostilidad del público en su contra.
Esto sin mencionar las controversias actuales en su familia, como la vinculación de su hijo, él príncipe Andrés, con el pédofilo y proxeneta Jeffrey Epstein o el controvertido caso de su nieto, él príncipe Harry y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, quienes se deslindaron de las responsabilidades de la corona, mismo matrimonio que realizaría una controvertida entrevista, misma en la que calificarían a la familia real como racistas, entre otras cosas.
Con esto e incluso más acontecimientos, es que a la Reina Isabel II se le ha categorizado como una de las figuras más relevantes de la sociedad moderna, entre acontecimientos militares y situaciones controversiales, su majestad marcó un hito en el mundo, durante el siglo XX y la transición al siglo XXI, reflejando 70 años de reinado como la misma evolución del mundo durante su mandato.
