Redacción : Arturo Roti
La noche del 31 de mayo, la Arena Monterrey fue testigo de un espectáculo impresionante, una majestuosa fiesta en marco de la gira por el 35 aniversario de la banda de Folk Metal, Mägo de Oz, Diabulus in Opera y como en toda fiesta hubo grandes invitados especiales para hacer aún más especial la celebración.
La noche comenzó con los teloneros Tete Novoa quien presentó temas de su más reciente álbum en solitario“Historias Que Cantar” y Söber, liderados por su vocalista Carlos Escobedo quienes calentaron el escenario con sus diferentes estilos de metal para dar inicio a la festividad de la noche.
Las luces se apagaron del recinto y la euforia de sus ansiosos seguidores incrementó al salir en escena el festejado, Mägode Oz acompañados de una orquesta sinfónica, Rafa Blas demostró muy pronto la buena madera que tiene como nuevovocalista del grupo al interpretar “Satania” del disco Finisterra e iniciar un recorrido bastante extenso por su discografía, le continuó el clásico “Jesús de Chamberí”.
Charly López fue el primer invitado de la noche para interpretar magistralmente y con una potente voz “Hazme un sitio entre tu piel” del mítico álbum Gaia II: La voz dormida, para dar paso a Tete Novoa quién tomó las riendas del micrófono para interpretar “El que quiera entender que entienda” y hacer un fuerte llamado a la inclusión y a la libertad, mientras en la pantalla ondeaba la bandera del LGBTQ+. Ambos vocalistas, Charly y Tete suplieron al ex vocalista de Mägo, Zeta en la gira del 2022.
Los terceros invitados llegaron, Carlos Escobedo y Manu Reyes de Söber, interpretaron el tema “Y serás canción” Tete Novoa, Txus y Rafa Blas tomaron también sus micrófonos para hacerle segunda a Escobedo. Víctor de Andrés y Jorge Salán se daban vuelo por todos lados, el escenario ya era una auténtica fiesta, la euforia y la alegría contagiaron al público que muchos de ellos se abrazaron e hicieron grandes y pequeñas rondas danzando entre ellos al ritmo y compás de la música, recordando de momento aquellos antiguos aquelarres, todos los danzantes eran auténticas brujas y brujos algunos con sombrero morado, solo faltaban las fogatas, el ambiente era de regocijo y felicidad.
La noche continuaba y llegaban temas de todo calibre, “Satanael”, “Adiós Dulcinea” cuando espontáneamente el público entona “Las Mañanitas” en honor del cumpleañeroFrancesco Antollini, “Chesco” sale de atrás de sus teclados para agradecer a los fans el bonito detalle.
La quietud y el momento de reflexión llegaron, Tete Novoa les pide a los asistentes encender la luz de su celular y pensar un momento en aquellas personas cercanas que ya no están con nosotros, los fans apoyan la noción y de momento la Arena asemeja un cielo cargado de estrellas para interpretar “Réquiem”, la emotividad se reflejó en el rostro de los presentes.
Se vino “La Dama del Mar” con Charly López en la voz y “Ranxeira” donde Xana Lavey con esa voz cargada de mucha fuerza y un color de voz muy bello mostraba a la audiencia que es la indicada para ser la nueva vocalista de la banda en suplencia de Patricia Tapia.
Caía la noche y llegaba la parte final de una auténtica pachanga con temas como “El cantar de la luna”, donde en el violín de Mohamed fue acompañado por otro invitado, Mohabel de Sinfonnia haciendo un dueto en perfecta armonía con los instrumentos de cuerdas. “Bandera Negra” “No me digas adiós” continuaron para dar cabida a la épica “Finisterra” y cerrar la noche para el típico encore.
Luego de un espacio de 6 minutos en oscuras y con los gritos de los fanáticos a tope, la banda regreso de la oscuridad, primeramente, Txus para jugar un poco con la audiencia y Jorge Salán quien inició un solo de guitarra donde por supuesto, no podía faltar la “Marcha Turca” de Mozart.
La banda cerró filas con sus tres grandes e infaltables éxitos, provocando que la Arena Monterrey fuera una enorme juerga, la gente brincó, cantó y algunos lloraron con “El santo grial”, “Molinos del Viento” y al final Mohamed sale con el jersey de Tigres gritando “¡La U, La U, La U, Campeones!” haciendo referencia al campeonato obtenido por los felinos y ahora sí despedirse con “Fiesta Pagana”
Diabulus in Opera II, fue una experiencia inolvidable, la banda demostró por qué ha sido un referente en el Folk Metal hispano durante tanto tiempo y su energía y pasión en el escenario fueron y siguen siendo contagiosas. Los fanáticos salieron del recinto con una sensación de euforia y satisfacción, sabiendo que habían sido testigos de algo especial.
