Fotografo : Gustavo Abdiel / Cacique Entertainment

Redacción: Arturo Roti

El viernes 23 de junio, el Auditorio Pabellón M de Monterrey fue sacudido por una avalancha de riffs electrizantes y solos de guitarra vertiginosos en una noche inolvidable, Steve Vai, el maestro de las seis cuerdas, siete cuerdas o más bien¡Infinidad de cuerdas! hizo vibrar los corazones de los asistentes en su esperado concierto de la gira Inviolate Tour 2023. Con un derroche de virtuosismo y una energía arrolladora, Vai nos regaló un viaje alucinante a través de su legendaria carrera musical. ¡Y vaya viaje!.

Fotografo : Gustavo Abdiel / Cacique Entertainment

Acompañado de enormes músicos, la sesión comenzó pasadas las 8 de la noche con “Avalancha” de su última producción “Inviolate” y sin dar tregua ni palabra le siguieron “Giants Balls of Gold”, “Little Pretty” y “Tender Surrender”

Vai amo y señor de la guitarra hizo una pausa para saludar al público y presentar a todos los virtuosos músicos que lo acompañaban, Philip Bynoe en el bajo, Jeremy Colson en la batería y Dante Frissiello en la guitarra y aprovechó el emotivo momento para rendir pleitesía a todo su staff que lo acompañó en toda la gira por Latinoamérica que llegaba a su fin en tierras regias.

Fotografo : Gustavo Abdiel / Cacique Entertainment

Se vino “Incantation” y al finalizar el primer solo de la noche en las manos del brillante Philip Bynoe, bajista que acompaña a Vai desde hace 11 años y quien tiene un Groove tan eficaz, que contagió inmediatamente a la audiencia.

Luego de deleitarnos con “Candlepower” Vai con esa muestra de humildad que lo caracteriza, dejó el escenario para el lucimiento del virtuoso Dante Frissiello, un guitarrista quien hace dos años dejó de trabajar como abogado para unirse a las filas de Steve Vai, Dante dio muestra de su habilidad y virtuosísimo dejando con gran sabor al público presente y haciendo latir el corazón de algunas damas presentes a las cuáles Vai ya les había advertido que con una sola mirada, podrían salir embarazadas, causando las risas de los ahí presentes.

Fotografo : Gustavo Abdiel / Cacique Entertainment

La noche seguía y con ello los tracks “Building The Church” y “Greenish Blues” donde agradeció a su esposa Pía Vai(Maiocco) por todo el aguante en 36 años de matrimonio, Pia fue bajista del grupo Vixen a mediados de los ochentas.

En las pantallas del recinto se hacía presente una escena de la película Crossroads (1986) y la emoción de la gente se dejó sentir al escuchar las notas de “Bad Horsie”, tema del film y del E.P. “Alien Love Secrets”, continuando con “I´mBecoming”, “Whispering a Prayer” y “Dying Day” ésta última del álbum “Fire Garden”.

Fotografo : Gustavo Abdiel / Cacique Entertainment

Era momento del bestial solo de batería de Jeremy Colsonuna bestia enorme en las percusiones quien ha acompañado a grandes virtuosos como Michael Schenker y MartyFriedman, al finalizar el espectacular solo, las luces se apagaron totalmente era momento de saludar a Hydra , al centro del escenario colocaron la enorme monstruosidad de tres mástiles y una arpa la cual fue dominada en absoluto por Steve Vai ante el asombro del respetable, muchos nos quedamos boquiabertos de ver por fin en vivo a esa majestuosidad. “Teeth of Hydra” había dejado saciados a todos.

El final se veía llegar con “Zeus un Chains” y dos legendarios temas del inolvidable disco “Passion and Warfare”, “Liberty” la cuál le dio un sorprendente giro al interpretarla vocalmente por el productor español Dani G y el punto culminante de la noche llegó con el icónico tema ‘For the Love of God’, donde Steve Vai demostró por qué es considerado uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Los solos virtuosos y las progresiones épicas nos dejaron sin aliento, creando un momento de éxtasis colectivo que quedará grabado en nuestra memoria por siempre.

El fin llegó y para el Encore nos tenía preparado “FireGarden Suite IV- Taurus Bulba” cerrando la noche en completo jubilo.

Fotografo : Gustavo Abdiel / Cacique Entertainment

El concierto de Steve Vai en Monterrey fue una verdadera exhibición de genialidad musical que dejó a todos asombrados y con ganas de más. Con cada acorde y cada nota, Vai nos transportó a un universo sonoro lleno de emociones y virtuosismo. Su destreza en la guitarra fue simplemente fascinante, desplegando solos enérgicos y melodías emotivas que nos llevaron en un viaje musical inolvidable.

Pero no solo fue la habilidad técnica de Vai lo que nos cautivó, también su carisma y conexión con el público, donde en un momento de grandeza, bajó del escenario para tocar su lira con la audiencia y así sentir el cariño de todos los presentes. Con su sonrisa contagiosa y su energía arrolladora, logró que cada persona en el Pabellón M se sintiera parte de algo especial. Los vítores y aplausos resonaban en cada pausa, mientras el público se entregaba por completo a la magia del espectáculo.

Steve Vai nos regaló un derroche de talento, pasión y energía que nos hizo sentir vivos y nos recordó el poder transformador de la música.

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