Redacción : Arturo Roti
Monterrey, México – La noche del domingo 24 de septiembre quedará grabada en la memoria de los fanáticos del thrash metal en Monterrey, ya que el Café Iguana fue testigo de una actuación épica de la banda brasileña Violator. A pesar de enfrentar desafíos inesperados, la banda entregó una dosis intensa de poder y agresión que dejó al público extasiado.
El concierto estaba programado como parte de la gira de Violator en México, pero debido a problemas de visado, el guitarrista Felipe Nizuma no pudo ingresar al país. Sin embargo, eso no detuvo a Violator, ya que el trío restante, compuesto por Pedro Arcanjo en el bajo y voz, Marcelo Cambito en la guitarra y David Araya “Batera” en la batería, asumió la responsabilidad de llevar adelante el espectáculo.
El Café Iguana estaba a la mitad de su capacidad, pero eso no impidió que los fanáticos se entregaran al caos del thrashmetal. Desde el primer acorde de “Ordered to Thrash”, el público no paró de brincar y crear mosh pits en el suelo del lugar. La energía era palpable, y la banda respondió con un nivel de ferocidad que solo el thrash metal puede ofrecer.
El setlist fue una verdadera exhibición de lo mejor del repertorio de Violator. Canciones como “Respect Existenceor Expect Resistance” y “False Messiah” hicieron temblar las paredes del Café Iguana con sus riffs veloces y letras incendiarias. La audiencia coreaba cada palabra y mostraba su devoción por la banda.
La velocidad y la agresión no disminuyeron ni un segundo durante el concierto. “Toxic Death” y “Futurephobia” mantuvieron la intensidad en su punto máximo, mientras que “Endless Tyrannies” hizo que los fanáticos se sintieran como si estuvieran en un remolino de caos y energía pura.
Con “Destined To Die” Arcanjo anunciaba que el final estaba por llegar haciendo que el público enloqueciera negando su enunciando y pidiendo a gritos más temas.
El punto culminante de la noche fue, sin duda, “UxFxTx(United for Thrash)”, donde Pedro Arcanjo dejó a un lado su instrumento y se lanzó desde el escenario para unirse a los fanáticos en el mosh pit. La conexión entre la banda y el público era innegable, y esta canción se convirtió en un himno de unidad y pasión por el thrash metal.
A pesar de la adversidad, Violator demostró por qué son una de las bandas más respetadas en la escena del thrash metal. Su dedicación a la música y su entrega en el escenario son inquebrantables. Los fanáticos en Monterrey fueron testigos de una actuación legendaria que recordarán durante mucho tiempo.
Después del concierto, los miembros de la banda se tomaron el tiempo para conocer a sus seguidores, tomándose fotos, firmando autógrafos y compartiendo anécdotas. La noche fue un recordatorio de la pasión y la camaradería que define a la comunidad del metal.
Y por fin, después de más de 10 años sin pisar suelo mexicano, el aquelarre de Violator en el Café Iguana de Monterrey se convirtió en una noche inolvidable de thrashmetal en su forma más pura y poderosa. A pesar de los obstáculos, la banda entregó una actuación cargada de energía y emoción que dejó a los fanáticos con una sed de más. El thrash metal está vivo y rugiendo más fuerte que nunca gracias a bandas como Violator.
