Redacción: Arturo Roti
Monterrey, México – La noche del 4 de octubre quedará grabada en la historia del metal en Monterrey, ya que Destruction, una de las bandas alemanas más legendarias del thrash metal, arrasó con el Café Iguana en una actuación que marcó el inicio de su gira de celebración denominada “40 years of Destruction, Latin Tour 2023” y dejó al público en un estado de éxtasis sonoro.
Un Café Iguana Repleto de Devotos del Thrash:
Desde temprano, los fanáticos del metal comenzaron a congregarse en las afueras del Café Iguana. La anticipación en el aire era palpable, ya que esta noche prometía ser una experiencia épica. Con la sala a su máxima capacidad, la energía era explosiva incluso antes de que la banda pisara el escenario.
Destruction: Cuatro Décadas de Thrash Imparable:
Destruction, fundada en 1982 en Alemania, es una de las bandas más veneradas en la escena del thrash metal. Con cuatro décadas de historia, siguen siendo una fuerza incansable en el género. El Café Iguana se convirtió en el epicentro de la celebración de su legado y su música atemporal.
Una Inicio Explosivo:
El telón se abrió y la multitud rugió en anticipación mientras Destruction se abría paso hacia el escenario. Con su formación actual, que incluye a Marcel “Schmier” Schirmeren el bajo y voz, Martín Furia y Damir Eskic en las guitarras y Randy Black en la batería, la banda comenzó su set con “Death Trap”, un himno del thrash que inmediatamente encendió el mosh pit y las cabezas empezaron a moverse.
Un Despliegue de Clásicos del Thrash:
Lo que siguió fue una sucesión implacable de éxitos del thrash que dejó al público atónito. “Nailed to the Cross” y el súper clásico “Mad Butcher” mantuvieron la intensidad al máximo, pero fue durante “Life Without Sense” cuando ocurrió una pequeña falla en el bajo. Sin embargo, Destruction demostró su profesionalismo al máximo, y para llenar ese leve vacío y no detener la música, aprovecharon el momento para un épico solo de batería a cargo de Randy Black, que hizo que la multitud rugiera de emoción.
El Thrash Metal Renace con Furia:
La pausa en el bajo fue solo un pequeño obstáculo en una noche que estaba destinada a ser inolvidable. La banda continuó su ofensiva sonora con himnos como “Tormentor”, donde la audiencia cantaba cada palabra. El poder y la precisión de la actuación dejaron claro por qué Destructionsigue siendo una de las bandas más respetadas en el mundo del thrash metal.
Un Homenaje a los Clásicos:
La noche también presentó momentos memorables con clásicos como “Release from Agony” y “Curse The Gods”, que llevaron a la audiencia en un viaje a través de la rica discografía de Destruction. Cada canción fue recibida con un fervoroso aplauso y una respuesta apasionada de los fanáticos.
El Cierre Explosivo:
Para cerrar la noche de la manera más apropiada, Destruction lanzó un ataque final con “Total Desaster”, que provocó una avalancha de emoción y un mosh pit frenético. Pero el plato fuerte llegó con “Bestial Invasion”, una de las canciones más emblemáticas de la banda que hizo que la sala se convirtiera en un torbellino de caos controlado.
Thrash Hasta la Muerte:
El concierto culminó con “Thrash Till Death”, un himno que resumió perfectamente la actitud y la pasión del thrashmetal. Schmier agradeció efusivamente a la audiencia por su apoyo y dedicación a lo largo de los años, y prometió que Destruction seguirá desgarrando escenarios en todo el mundo durante muchos años más.
Un Final Inolvidable:
Mientras las luces del escenario se desvanecían, el Café Iguana estaba lleno de fanáticos que habían sido testigos de una noche de thrash metal que superó todas las expectativas. Destruction no solo celebró su legado, sino que también demostró que el thrash metal sigue vivo y vibrante, y su influencia continúa extendiéndose.
El concierto de Destruction en el Café Iguana de Monterrey fue una celebración de cuatro décadas de thrash metal implacable y una prueba de que esta legendaria banda sigue siendo una fuerza imparable en la escena del metal. El thrashmetal vive, y Destruction lo demostró con autoridad en una noche llena de energía, intensidad y pasión por el metal.