Redacción: César Gálvez
El pasado viernes 8 de marzo en la sultana del norte guardó el acordeón y bajo sexto, y fueron sustituidos por guitarra y percusiones, la noche de trova había comenzado y Fernando Delgadillo era el anfitrión.
La trova no solo es requintos de guitarra, sino también anécdotas, vivencias e historias, Fernando presentó su concierto compartiendo cómo formó su banda actual…”como las grandes historias comenzó en el lugar y momento menos inesperados, en una reunión de esos lugares melancólicos y a la vez llenos de esperanza, específicamente en una noche en un centro de alcohólicos anónimos, mire a mis amigos y les propuse: si en lugar de ser alcohólicos anónimos nos volvemos ¡Borrachos famosos! A lo que todos aceptaron al unísono” , Con esta anécdota comenzó la noche trovadora.
Reflexionando en el pasado pareciera que siempre hace falta la pareja adecuada, el amigo idóneo, la mascota perfecta, pareciera que siempre tenemos “Momentos pendientes” está fue la primera canción de la noche, seguida de “Navegante” y una de las adoradas del público “Puede que pueda”.
Fernando Delgadillo centro la mayoría de sus anécdotas a sus vivencias en la bella y a veces incomprendida grandiosa CDMX, historias de amor y desamor, amigos y cervezas, todas historias verídicas mezcladas con un poco de fantasía porque así somos los ¡borrachos famosos! Y sus anécdotas fueron amenizadas con puros clásicos como son: “Tu prisa”, “Serenata” “Entre pairos y derivas”, “Hoy ten miedo de mi”, y también consintió a sus fieles y eternos seguidores con canciones de antaño como “La canción del caminante” , “Concierto aire a ti” , “Mar sin palabras”, “Noches sin luciérnagas” y “Carta a Francia”.
Noche mágica y de nostalgia la que nos hizo pasar Fernando Delgadillo con su trova, recordándonos que la trova nació como canción de protesta y en esta noche del día de la mujer fue el marco perfecto para conmemorar la canción y la lucha, ¡Gracias Fernando!.