Redacción:Arturo Roti
El metal abrasador y la energía indomable llegaron una vez más a la ciudad de Monterrey. Este domingo 14 de abril, el mítico Cafe Iguana fue testigo de la furia desatada de Death Angel, una de las bandas más emblemáticas del thrash metal. Con su poderoso sonido y su imponente presencia en el escenario, Death Angel hizo temblar los cimientos del recinto y grabó su esencia a fuego en la memoria de todos los espectadores. A pesar de ser un domingo, los fans fueron llegando poco a poco al lugar que lució a la mitad de su capacidad, los asistentes demostraron una vez más el fervor y la lealtad hacia esta legendaria agrupación.
El espectáculo comenzó con la arrolladora “Lord of Hate”del álbum Killing Season, seguida de clásicos como “Voracious Souls” y “Seemingly Endless Time”, que encendieron la pasión de la multitud. La banda continuó su meteórica actuación con “Buried Alive” y “3rd Floor”, mostrando una destreza técnica y una intensidad en el escenario que dejó a todos sin aliento.
Uno de los momentos más memorables de la noche fue cuando Death Angel sorprendió al público con la interpretación de “Disturbing The Peace”, un tema que no habían tocado en toda su gira por Latinoamérica, reservándolo exclusivamente para el público regiomontano. El vocalista Mark Osegueda aprovechó la ocasión para agradecer a los fans por su apoyo incondicional y dedicar la próxima canción, “The Dream Calls for Blood”, a todos aquellos que persiguen incansablemente sus sueños.
La velada continuó con una sucesión imparable de éxitos, incluyendo “The Moth”, “Humanicide”, y “Absence of Light”, que mantuvieron la intensidad y la emoción en lo más alto. Durante “Relentless Revolution”, se desató un pequeño slam entre la multitud, demostrando la conexión visceral entre la banda y sus seguidores.
Después de la explosiva interpretación de “Aggressor”, Mark Oseguera, visiblemente emocionado y agradecido, tomó un momento para expresar su gratitud hacia la entrega del público, especialmente considerando que era un domingo. Con una sonrisa sincera, agradeció a todos los presentes por su apoyo incondicional y por hacer del concierto una noche inolvidable. Aprovechando la ocasión, presentó con orgullo a cada uno de los talentosos miembros de la banda, destacando su papel fundamental en la creación del inigualable sonido de Death Angel.
El momento cumbre llegó con la icónica “The Ultra-Violence”, fusionada magistralmente con “Mistress of Pain”, desatando una oleada de euforia entre los presentes. DeathAngel cerró su épica presentación con “Thrown to theWolves”, anunciando que esta sería su última fecha en Monterrey como parte de su exitoso Humanicide Tour.
Además de la impecable actuación en el escenario, es necesario destacar el talento individual de cada miembro de la banda. El fundador Rob Cavestany brilló con su maestría en la guitarra principal, mientras que Mark Oseguedademostró su versatilidad vocal, alcanzando notas impresionantes con facilidad. Ted Aguilar en la guitarra rítmica, y la sólida base rítmica conformada por DamienSisson en el bajo y Will Carroll en la batería, completaron el poderoso sonido de Death Angel.
El repertorio ecléctico de Death Angel abarcó temas de varios álbumes, ofreciendo a los fans una experiencia completa que celebraba la rica trayectoria de la banda en la escena del thrash metal. Desde clásicos atemporales hasta gemas menos conocidas, cada canción resonó con una intensidad única, recordándonos por qué Death Angel sigue siendo una fuerza imparable en el mundo del metal.
