Redacción: Arturo Roti
La Arena Monterrey vivió una noche mágica el pasado viernes 17 de mayo, cuando dos de las bandas más emblemáticas de México, Inspector y La Maldita Vecindad, se apoderaron del escenario y transformaron el recinto en una fiesta desbordante de energía, saltos y baile. Con un lleno total de 11 mil espectadores, la velada se perfilaba como una de las más memorables del año, y así fue.
A las 21:22 horas, Inspector subió al escenario ante la algarabía del público. Los primeros acordes de “Grita” resonaron en la arena, y de inmediato, toda la audiencia se sumergió en el ritmo contagioso del ska. La banda, con su inconfundible estilo y la potente voz de Big Javi, demostró por qué sigue siendo un referente en la escena musical mexicana. Canciones como “Inspiracional” y “El Amargado” hicieron que la multitud bailara sin parar, mientras que “Sin Rencor” y “Otra Vez” provocaron una explosión de emociones entre los asistentes.
El carisma de Big Javi brilló durante todo el set, especialmente cuando interpretaron éxitos como “Te He Prometido” y “Amnesia”, que hicieron cantar a todos a una sola voz. “Serpientes y Escaleras” continuó elevando el ánimo del público, y para el gran final, la banda cerró con “Grita”, “Es Por Ti” y “Amargo Adiós”, dejando a los fans en un estado de éxtasis total después de una hora y media de pura energía y música vibrante.
Con la adrenalina al máximo y el público encendido, era el turno de La Maldita Vecindad. La banda tenía un reto considerable: mantener el fervor del público que Inspector había dejado en lo alto. Tras un breve cumbión que preparó el ambiente, la figura icónica de Roco Pachucote emergió entre las sombras, iniciando su presentación con “Solín”. La arena estalló nuevamente en gritos y aplausos, y el festín musical continuó con “Bailando” del primer álbum de la banda, seguido de “5to Patio Ska”.
Roco, siempre consciente de su papel de líder y figura social, hizo una pausa para realizar un pequeño ritual que buscaba alejar las malas vibras. Invitó a toda la audiencia a levantar las manos y, juntos, cantaron “Lo Pasado Pasado”, un momento de catarsis colectiva. La energía no disminuyó en absoluto cuando la banda tocó “Pata de Perro” y “Mujer”, esta última dedicada a todas las mujeres presentes, con un poderoso mensaje de no violencia y un contundente grito de “¡NI UNA MÁS!”.
La noche avanzaba y la gente seguía cantando y bailando al ritmo de “Expedientes Marcianos”, “Changoo” y “El Chulo”. Sin embargo, algunos asistentes, agotados por la intensidad del evento, comenzaron a abandonar el recinto. Pero los verdaderos fanáticos sabían que lo mejor aún estaba por venir.
El clímax del concierto llegó con una serie de clásicos que hicieron vibrar a la Arena Monterrey. “El Circo”, “Don Palabras” y la icónica “Pachuco” resonaron con fuerza, y cada nota parecía cargar con la historia y la energía de la banda. Tras un breve encore, La Maldita Vecindad regresó al escenario para cerrar la noche de manera espectacular con “Patineto”, “Querida” y una inolvidable mezcla de “Kumbala” con “La Boa” de la Sonora Santanera, que puso a todos a bailar una vez más antes de despedirse.
La noche terminó con una atmósfera de camaradería y satisfacción. Los asistentes, aunque cansados, se llevaban consigo recuerdos imborrables de una velada llena de ska, rock y una conexión única entre bandas y público. Inspector y La Maldita Vecindad demostraron, una vez más, por qué son pilares del rock mexicano, brindando un espectáculo que quedará en la memoria de todos los presentes.
Este concierto no solo fue una demostración de talento musical, sino también una celebración de la cultura y la música mexicana, uniendo a miles de personas en una fiesta que superó todas las expectativas. La Arena Monterrey fue testigo de una noche que quedará grabada en la historia del rock nacional, gracias a dos bandas que siguen marcando generaciones con su música y su pasión sobre el escenario.