Redacción: Diana Alvarado
Julieta Venegas se presentó en Escenarios GNP a las 21:30 horas, deslumbrando a su público desde el primer momento. Con temas como “Dime la verdad”, “Caminar sola” y “Bien o mal”, la artista demostró su talento y sensibilidad, ofreciendo un show que alivia el alma. Su carisma y buena energía son contagiosos, creando una conexión instantánea con la audiencia.
La noche avanzó con un repertorio que evocó emociones profundas, recordándonos momentos pasados. Canciones como “Algo está cambiando”, “La nostalgia”, “Amores platónicos” y “Esperaba” nos llevaron por un viaje emocional. Julieta, con su incansable sonrisa, mantuvo la buena vibra desde el inicio.
A medida que el concierto avanzaba, interpretó “¿A dónde va el viento?”, “Mismo amor” y “Eres para mí”, así como “En tu orilla”. Esta última, que describió como atrevida, habla del anhelo de mantener un lugar en el corazón de alguien que ya no está. Continuó con “Despechada Mexicana”, una reflexión sobre el desamor que enfatiza la importancia de volver a amarse a uno mismo.
El público disfrutó especialmente de un bloque de canciones esperadas, que incluyó “Andar conmigo”, “Lento”, “Un lugar” y “Me voy”. Estos temas fueron los más cantados de la noche, lo que llevó a Julieta a despedirse del escenario entre aplausos y gritos de “¡otra más!”.
Regresó para ofrecer un momento emocionante con “Oleada”, dejando a todos con la piel chinita. Finalmente, para cerrar con broche de oro, despidió a Monterrey con su emblemática “Limón y sal”.