Redacción : Luis Espino
Ghostface regresa después de un año, pero ahora parece que todo es diferente, nuevas reglas, nuevos personajes, nueva ciudad, todo cambia y todo puede pasar, bajo esta premisa los revolucionarios directores Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin no solo honran al creador Wes Craven, si no convierten la sexta entrega en una brutal película que se siente fresca, diferente, aterradora e inesperada.
Scream 6 trae de vuelta a los protagonistas sobrevivientes de la quinta entrega entre los que destacan la regiomontana Melissa Barrera (Samantha) y Jenna Ortega (Tara), quienes ahora pretenden comenzar una vida en la ciudad de Nueva York después de los ataques en Woodsboro, junto con ellos los acompañan los hermanos Mindy y Chad interpretados por Jasmin Savoy Mason Gooding.
Ahora una nueva amenaza parece estar cerca, todos los cercanos a Samantha y Tara podrían ser la siguiente víctima de Ghostface ó quizás todos podrían ser los sospechosos, desde que se comenzó a filmar la película las especulaciones sobre a dónde iría la franquicia no se dejaron esperar, sobretodo después de la salida de Neve Campbell quién ha sido la protagonista de la franquicia luego de 5 entregas, pero aunque el eco del pasado sigue y en eso se estructura la historia, la frescura y potencial de los nuevos personajes ha hecho que se sostenga y prometa que no solo Scream ha vuelto, si no que tendremos larga vida para el enmascarado en el cine.
Algunos personajes del pasado regresan como Gale (Courteney Cox) y Kirbi (Hayden Panettiere) así como un elenco nuevo entre los que destacan Samara Weaving, Jack Champion, Liana Liberato y Devyn Nekoda, un acertado elenco que nos ofrece escenas que quedarán en la memoria de muchos, la ciudad de Nueva York se convierte también en personaje más, se vuelve intimidante, oscura, peligrosa a pesar de que miles de personas están entre sus calles, quizás los gritos de auxilio no serán escuchados.
El respeto y dignidad con que los directores tomaron la saga, han hecho que las últimas dos películas de Scream se sientan renovadas, intensas, interesantes y muy aterradoras, el guión tan bien estructurado hace que el espectador realmente se sienta atrapado entre el suspenso de no saber que es lo que sigue.
La fórmula sigue, los saltos inesperados, los giros de tuerca, hasta la comedia involuntaria, sin embargo Ghostface se siente serio, intimidante, agresivo, sádico y sin piedad.
Wes Craven en 1996 trajo Scream a la industria, entre una especie de homenaje al género y sarcasmo el director revolucionó el Slasher convirtiéndose en una película de culto hoy 27 años después, la saga en su sexta entrega parece más viva que nunca.