Redacción: Arturo Roti
La Arena Monterrey se transformó en un viaje nostálgico la noche del 18 de mayo con la esperada Caravana del Rock, un evento especial dedicado a las madres en el que se reunieron algunas de las bandas y artistas más emblemáticos de los años 50 y 60. La velada fue una auténtica fiesta de rock and roll, donde los Rebeldes del Rock, Hermanos Carrión, Roberto Jordán, Los Reno, Los Locos del Ritmo, Enrique Guzmán y los Teen Tops deleitaron a un público de 6 mil espectadores con sus grandes éxitos.
El concierto arrancó a las 7 de la tarde con los primeros acordes de los Rebeldes del Rock. A medida que la gente se acomodaba en sus asientos, el grupo abrió con “Hiedra Venenosa”, seguida por “Melodía de Amor” y “Chica del Calendario”. Aunque aún había muchas personas encontrando sus lugares, los más puntuales ya comenzaban a dejarse llevar por el ritmo contagioso del rock and roll. El público, en su mayoría adultos mayores acompañados de sus hijos y algunos nietos, recordaba con cariño los tiempos de juventud mientras disfrutaban de cada tema.
Los siguientes en tomar el escenario fueron los Hermanos Carrión, quienes continuaron con la energía del evento interpretando clásicos como “Magia Blanca”, “Las Cerezas” y “Adiós”. Su interpretación de “Adiós Amor”, la primera canción que grabaron, y “Lágrimas de Cristal” evocó un torrente de recuerdos y emociones entre los asistentes. La audiencia se mostraba encantada y cantaba junto a ellos, creando una atmósfera cálida y familiar.
El turno siguió para Roberto Jordán, quien subió al escenario acompañado por nueve músicos y dos coristas, ofreciendo unos arreglos musicales extraordinarios. Comenzó con “Café del Rock” y “El Juego de Simón”, y la voz de Jordán demostró estar tan fresca como siempre. Con “Rosa Marchita” y “No Se Ha Dado Cuenta” hizo suspirar a las señoras de corazón joven, mientras que “Hazme Una Señal” puso a bailar a todos desde sus asientos. Cerró su actuación con su mayor éxito, “Amor de Estudiante”, dejando al público con ganas de más.
La noche continuó con los anfitriones locales, Los Reno, quienes demostraron ser profetas en su tierra. Con una carismática actuación, Beto Reno y su banda interpretaron éxitos como “Habladurías”, “Reflexiona” y “Muchas Razones”. La interpretación de “Es Por Ti” hizo que todo el público cantara al unísono, y la emotiva “El Último Beso” recordó al querido Polo. Los Reno cerraron su presentación con “Siempre Te Amaré”, recibiendo un cálido cobijo de su público.
El ambiente se electrificó cuando Los Locos del Ritmo subieron al escenario. La arena se transformó en un manicomio de baile y alegría al ritmo de “Pólvora”, “Aviéntense Todos” y “Yo No Soy un Rebelde”. Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando una señora se levantó a bailar con su andadera, demostrando que el rock and roll no tiene edad ni impedimentos. La banda continuó con “Mantequilla”, “Haciéndote el Amor” y cerró su electrizante set con “Chica Alborotada”.
Luego llegó el turno de uno de los artistas más esperados de la noche: Enrique Guzmán. Acompañado de una gran producción y talentosos músicos, comenzó su actuación con “Mi Corazón Canta”. Los suspiros no se hicieron esperar con “Te Seguiré”, y en la oscuridad del público se escuchó el primero de varios “¡Te amo Enrique!” de sus fervientes fans. Canciones como “Más”, “Secretamente” y “Tu Cabeza en Mi Hombro” mantuvieron la nostalgia y el romance en el aire. La interpretación de “Acompáñame”, acompañada de imágenes de Rocío Dúrcal y Guzmán en la pantalla, fue un momento especial y emotivo. Guzmán cerró su presentación con “Payasito” y “Tu Voz”, pero regresó para un encore con un popurrí de rock que incluyó “Popotitos” y “La Plaga”, desatando la euforia entre los asistentes.
El cierre de la noche estuvo a cargo de los Teen Tops, liderados por su fundador, el guitarrista Jesús “Tuti” Martínez, y con Michel Williams en la voz, quien guarda un gran parecido con Enrique Guzmán. A pesar de que algunos asistentes ya comenzaban a abandonar el recinto debido a la hora, los Teen Tops lograron mantener el entusiasmo con temas como “Rock de la Cárcel”, “Confidente de Secundaria” y “Lucila”. Durante “Quiero Ser Libre”, pidieron a la audiencia que encendiera las luces de sus celulares, dedicando el tema a las madres ausentes, lo que provocó emociones profundas entre los presentes. Continuaron con “Anoche No Dormí” y “Mi Suegra Llegó”, y cerraron la noche con los clásicos “Popotitos” y “La Plaga”, convirtiendo la arena en un gigantesco karaoke donde todos cantaban a coro.
La Caravana del Rock en la Arena Monterrey fue una noche llena de recuerdos, emociones y mucha música. Las leyendas del rock mexicano demostraron que, a pesar de los años, su música sigue viva y resonando en los corazones de sus seguidores. El público salió satisfecho y con el deseo de seguir bailando, llevándose consigo una noche que quedará grabada en su memoria.