Fotografía: Atenea Aguilar

Redacción: Arturo Roti

La noche prometía ser inolvidable, y vaya que lo fue. El Escenario GNP Seguros se convirtió en el epicentro de una fiesta vibrante y cargada de emociones cuando Gilberto Santa Rosa, “El Caballero de la Salsa”, se presentó ante un público regio ávido de ritmos caribeños y baladas apasionadas. A pesar de un ligero retraso en el inicio del espectáculo, la espera valió cada segundo, pues la noche se transformó en una celebración que dejó a todos bailando y con el corazón latiendo al ritmo del son.

Fotografía: Atenea Aguilar

Un Inicio Lleno de Expectativa

Aunque el evento estaba programado para comenzar a las 9:00 de la noche, un retraso de 49 minutos hizo que la anticipación creciera entre los asistentes. Sin embargo, esa espera solo aumentó las expectativas, y cuando la orquesta finalmente tomó el escenario, la energía en el recinto se encendió de inmediato. Gilberto Santa Rosa acompañado de doce músicos de primer nivel y tres coristas se encargaron de abrir la velada con “La Agarro Bajando”, un tema que marcó el tono festivo que predominaría durante toda la noche.

Sin dar tiempo para respirar, Gilberto lanzó el primer dardo musical de la noche con “Un Millón de Estrellas”, y el público, sin dudarlo, comenzó a bailar en sus asientos. Las melodías de clásicos como “Conciencia,” “Derroche,” y “Vamos a Ver” llenaron el recinto, llevando a los asistentes a un viaje nostálgico por los éxitos que han marcado la carrera de Santa Rosa. Fue entonces cuando el cantante decidió hacer una pausa para saludar a su querido público regiomontano y recordar con cariño sus anteriores visitas a la ciudad.

Fotografía: Atenea Aguilar

Un Viaje Íntimo por los Boleros

Gilberto Santa Rosa, con su característico carisma, compartió con la audiencia una anécdota entrañable de su infancia. “Yo comencé a cantar boleros a los 6 años junto a un amiguito que tocaba muy bien la guitarra, para conquistar a una chica, que al final no me hizo caso, pero me convirtió en lo que soy hoy: un experto en corazones rotos”, relató con humor y nostalgia. Este momento íntimo dio paso a un emotivo popurrí de boleros que incluyó temas como “Un Amor para la Historia”, “Mentira” y “Si Te Dijeron”.

La atmósfera en el Escenario GNP Seguros se transformó en una especie de tertulia musical, donde cada acorde y cada palabra resonaban con un profundo sentimiento, como una pausa reflexiva en medio de la celebración. Pero esa calma fue solo el preludio para el retorno a la fiesta.

La Salsa se Apodera de Monterrey

Tras el breve paréntesis romántico, la salsa volvió a tomar las riendas de la noche con temas como “Cartas Sobre la Mesa,” “Yo no te Pido” y “Almas Gemelas”. El ambiente se llenó de euforia cuando Santa Rosa interpretó “Sin Voluntad”, enlazándola magistralmente con “Me Volvieron a Hablar de Ella”. Para ese momento, el recinto se había transformado en un gigantesco salón de baile donde la alegría y la energía se sentían en cada rincón.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue cuando Gilberto dejó el centro del escenario para situarse detrás con un cencerro en la mano. Allí, dejó que su talentosa orquesta tomara el protagonismo, y juntos interpretaron “Happy”. Los músicos no solo mostraron su habilidad instrumental, sino también sus mejores pasos de baile, haciendo de este un segmento que desató la ovación y el aplauso generalizado.

Fotografía: Atenea Aguilar

Agradecimientos y una Despedida Memorable

Siempre cercano y agradecido, Gilberto Santa Rosa tomó un momento para presentar a cada uno de los miembros de su orquesta, quienes fueron recibidos con una gran ovación del público. Además, no dejó pasar la oportunidad de agradecer a las diferentes nacionalidades presentes en el recinto. Al mencionar a colombianos, venezolanos, puertorriqueños y peruanos, los vitoreos y gritos de alegría se hicieron sentir en toda la arena, destacando el carácter multicultural de su audiencia.

Fotografía: Atenea Aguilar

La recta final del concierto se sintió como una cuenta regresiva, no solo por el tema “Conteo Regresivo” que Gilberto interpretó, sino por la acumulación de emociones que iban en aumento. “Amor Mío No Te Vayas” y “Vivir Sin Ella” continuaron la celebración, preparando al público para un cierre espectacular. Pero Santa Rosa guardó lo mejor para el final, desatando una ola de emociones con las icónicas “Perdóname,” “Que Alguien Me Diga” y, por supuesto, “Que Manera de Quererte.”

 

Dos Horas de Salsa y Gozadera

 

Después de dos horas de pura salsa y gozadera, Gilberto Santa Rosa dejó el escenario, pero no sin antes haber entregado todo de sí, tanto en su voz como en su corazón. La fiesta terminó con la misma intensidad con la que comenzó, y los asistentes salieron del Escenario GNP Seguros con una sonrisa en el rostro y las ganas de seguir bailando. Fue, sin duda, una noche inolvidable, una de esas que quedan grabadas en la memoria y que los fans de “El Caballero de la Salsa” recordarán con cariño y nostalgia.

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